"No nos
atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos
atrevemos a hacerlas" Lucio Anneo Séneca
La
innovación, sobre todo la organizacional no debe quedarse en un buen deseo, en
la aspiración que tienen sus directivos, en una palabra que suena bien y que
además está de moda, la innovación debe ser una realidad organizacional, porque
claramente las empresas que no innovan están condenadas a desaparecer.
La
innovación se hace una realidad, en cuanto no se limite a un área llena de
personas un poco raras dedicadas a inventar cosas nuevas, a prototipar y a
proponer productos y servicios que no necesariamente concuerdan con las
necesidades de un mercado y por esto no siempre son exitosos.
En
muchas ocasiones y yo diría muy frecuentemente, hay que diseñar miles de
productos para que finalmente uno sea exitoso en el mercado, es un proceso muy
costoso que lleva a muchas organizaciones a comprar de terceros productos y
servicios que tienen una gran certeza de que van a ser exitosos en el mercado,
o incluso a comprar empresas completas que entran a suplir la ineficiencia en
términos de innovación de algunas organizaciones que de no optar por este tipo
de medidas, hace rato se hubieran extinguido.
La mejor
forma de hacer de la innovación una realidad empresarial, es volviéndola parte
nuclear del ADN de la organización, que se viva, se respire y se transpire en
cada miembro y en cada espacio de la empresa.
Para
esto se necesita fundamentalmente tres elementos: Cultura, Gente y Recursos.
Hablemos
de la cultura en primera instancia, debe ser emprendedora, caracterizada por un liderazgo participativo, cercano, que
acompañe a su equipo de trabajo en cada momento, una cultura que invite a
proponer ideas y sugerencias en cada actividad empresarial, donde el error sea
considerado como natural en el desarrollo profesional, donde la autonomía es
una norma, el “macromanagement” caracteriza el desempeño, el trabajo en equipo
entendido como compartir una visión y sentirse remando en el mismo barco es una
capacidad organizacional, y donde se reconoce exhaustivamente el trabajo
sobresaliente.
En
segunda instancia pensemos en la gente, la selección de personas no se debe
centrar solamente en las competencias técnicas –es lo mínimo que tiene que
tener el candidato para aplicar a un cargo vacante- sino en las competencias
blandas, un profesional que encaje en una cultura innovadora debe auto gestionarse,
debe ser autónomo, asumir riesgos, tomar sus propias decisiones, debe tener
maestría en la materia a la que se dedica, en esto no se debe improvisar, tiene
que ser rigoroso, seleccionar los mejores en cada área del conocimiento,
cualquiera sea el cargo que se requiera, desde los que algunos llaman
operativos hasta los que otros llaman estratégicos. Es fundamental que estas
personas tengan un propósito, que entiendan porque su trabajo es importante,
como desde un perfecto desempeño del mismo están contribuyendo a la humanidad,
esto da sentido y permite que cada uno de ellos entregue lo mejor de si.
Finalmente deben ser personas que se sienten cómodas en la ambigüedad, que
navegan con destreza en aguas turbulentas, en ambientes cambiantes, son
flexibles y se adaptan rápidamente a nuevas condiciones, y sienten la necesidad
de reinventarse continuamente.
La
innovación no puede quedarse solamente en un sueño o en un cuentico de hadas y
desde aquí la tercera condición de una organización innovadora, los recursos. Sin
gente, tecnología, materias primas y dinero se dificulta de manera enorme
innovar, no estamos en Disneyland” estamos en un mercado muy competido,
permanentemente en cambio y altamente exigente.
En
resumen, la innovación no es simplemente un tema de departamentos de
Investigación y Desarrollo, R&D por su sigla en inglés, es un tema
fundamentalmente de cultura, gente y recursos. La recomendación final es que
mida que tan innovadora es la cultura de su organización, encuentre las brechas
y actúe para cerrarlas, de lo contrario le va a costar mucho innovar y lo hará
a una velocidad mucho más lenta de lo que el mercado actual requiere, poniendo
en muy alto riesgo su ventaja diferencial y su permanencia en el mercado
Oscar Javier Jiménez Yepes
MBA Universidad Javeriana
Twitter: @Inntegrity8
Facebook: Inntegrity onestopsite
Mail: jimenez.oscar@javeriana.edu.co
Encuentre anexo el link de la versión en inglés de este artículo
http://actualidadnoticiasdeinteres.blogspot.com.co/2017/03/innovation-good-desire-or.html
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